Podríamos opinar que la fotografía es la hermana mayor del cine.
Ya que el cine
se basa en los principios de la fotografía. Así, podríamos afirmar que el cine surge
gracias a los experimentos con la cámara
oscura y a la invención de la fotografía, aunque con objetivos muy diferentes.
El cine queria lograr crear
movimiento en la imagen, no tan solo un fotograma como en la fotografía.
Como sabemos a causa de
la invención de la cámara oscura, del material fotosensible, el daguerrotipo,
el papel fotográfico, entre otros experimentos más, la fotográfico se
perfeccionó dando lugar a la creación del cine.
O sea, a causa del perfeccionamiento de estos inventos comenzó la
idea de poder representar fotografías en movimiento, así surgió el aparato de Eadweard
Muybridge y Lelan Stanford, que reproducía las diferentes
posiciones del recorrido que hacía un caballo.
Ya
vemos que desde un comienzo están muy unidas, pero ahora, en la actualidad uno
de los detalles más exquisitos a resaltar al ver una película es la fotografía que
esta muestra. Y que significa esto, que los críticos más aclamados resaltan y
señalan al declarar su es una buena o mala película.
La
fotografía la podemos apreciar en los enfoques, tomas de la cámara, el manejo
de las luces, para crear la iluminación decida, todos los aspectos que son
necesarios para lograr la imagen buscada. Como a modo de poner en ejercicio lo
dicho, voy a dar el ejemplo con mi película favorita, Amelie una creación del
cineasta y fotógrafo Jean-Pierre Jeunet.
La fotografía de esta película, al igual que la mayoría de
este cineasta, está basada en tonos ocres, saturada de colores óxidos que se
acercan a las tonalidades de la tierra. Con planos casi de autorretratos en las
expresiones de los protagonistas, con planos amplios mostrando postales en cada
rincón de la ciudad de Paris. También podemos notar el tono fantástico de su
cine, que subyace en la película.
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